El bitcoin llegó para quedarse y, de hecho, las predicciones de los expertos apuntaban a una aceleración en su adopción a principios del 2020, si bien el coronavirus ha podido suponer una rémora. Se preveía también que aumentara su dominio, que se percibiera como un refugio seguro, que se usara cada vez más para apoyar causas benéficas o que se elevara a un máximo histórico.
Mientras el auge del bitcoin continúa, hay muchos que no saben exactamente qué es, menos aún cómo usar la criptomoneda. Cabe remontarse, pues, a las nociones básicas del bitcoin, la moneda digital que sirve para el intercambio.
Es digital porque está en los dispositivos que emplean ese tipo de tecnología, y es descentralizada porque no depende del gobierno de ningún país o de alguna institución supranacional, ni siquiera entidades bancarias. El sistema funciona sin que sea necesario la figura del administrador, lo que tiene beneficios para quienes lo usan.
De ahí que cada vez genere más interés y que se haya creado toda una red de herramientas para mostrar lo que cuesta un Bitcoin, cómo se cotiza o qué noticias le afectan. En definitiva, portales y apps que ofrecen toda la información sacar partido a las operaciones con criptomonedas, y cuya utilidad entenderás si sigues leyendo.
El dinero tradicional frente al dinero digital
En Marketing y Finanzas ya repasamos la historia de las transacciones desde el trueque al bitcoin, pero debemos partir de que el dinero forja un sistema diseñado para el intercambio. Lo que entre amigos son favores, entre desconocidos es trabajo, y en ese caso conviene tener las cuentas claras usando herramientas difíciles de falsificar, como monedas y billetes. Es el Estado quien las regula para conformar un sistema seguro.
Partimos, pues, de la necesidad de encontrar un sistema eficiente y seguro para llevar las cuentas. El bitcoin es una tecnología que se propone hacer lo mismo, aunque con una diferencia importante: nadie tiene el poder de imprimir dinero y nadie tiene que actualizar cuentas por los demás.
Se consigue mermar así el poder de los bancos y su costoso sistema transaccional, lo que se hace especialmente evidente cuando son internacionales. También impide la distorsión de las cuentas que provoca la impresión masiva de dinero, una práctica habitual en algunos gobiernos del mundo y que genera inflación. En definitiva, es una manera de no depender de gobernantes y banqueros, con el coste que eso tiene para la sociedad.
Cómo funciona Bitcoin
Bitcoin fue la primera moneda descentralizada de muchas que fueron surgiendo después. Si en el sistema habitual una transacción implica la intermediación de un banco, que debe validar y actualizar con la supervisión del gobierno, en los sistemas de monedas digitales la comunidad está conectada directamente, sin intermediarios, y es la que valida en conjunto cada transacción.
Es un sistema anónimo, pues no se conoce la identidad de la comunidad, sino la contraseña. Es una cuestión de seguridad, porque todos saben cuánto dinero tiene un usuario, pero no quién es. Es más, ni siquiera hablan los propios usuarios, sino sus sistemas informáticos. Son estos los que ejecutan órdenes como la de enviar dinero.
Emprender una acción, sin embargo, genera trabajo. En Bitcoin todo está protegido por criptografía, es decir, por algoritmos y sistemas matemáticos que impiden cualquier intento de revelar información.
Conviene destacar, además, no todos los usuarios verifican. Quienes sí lo hacen disponen de equipos especiales que están encendidos 24/7 procesando información, aunque se trata de una actividad voluntaria.
Por qué es seguro
Para explicar por qué es seguro, hay que remitirse al blockchain. Toda transacción consta de la firma digital para que la comunidad pueda verificarla, así como la información pertinente que constituye la acción y referencias a otras transacciones para demostrar que tiene dinero para operar.
La validación trae problemas de orden al no haber un único administrador, porque puede estar teniendo lugar en lugares diferentes. El reto estará en establecer un mismo orden para que todo el mundo tenga las mismas cuentas, momento en el que aparece el concepto de blockchain: es la estrategia de “empaquetar” varias transacciones en un mismo bloque, y encadenarlo de manera oficial a las que se hayan hecho en el pasado. Cuando un bloque se une a la cadena no se puede modificar.
Los usuarios que proponen un orden usan sus sistemas informáticos para descifrar una contraseña mediante intentos aleatorios. Quien lo hace, se gana el derecho de decidir la definición del siguiente bloque, que quedará fijado en el sistema. Bitcoin está diseñado para que, en promedio, encontrar la clave cada 10 minutos, de manera que, en promedio, cada 10 minutos hay un nuevo bloque oficial.
La razón por la que algunos invierten en costosos equipos para validar transacciones ajenas es la consecución de Bitcoins, que se cotizan a un precio concreto que cambia constantemente. Es decir, la recompensa puede ser bastante suculenta. Y así, además, es como entran nuevas monedas a la economía de Bitcoin sin que nadie tenga que fabricar dinero.
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En resumidas cuentas, las criptomonedas se configuran como una tecnología capaz de transferir valor digitalmente y sin intermediarios. Es un sistema bastante innovador.
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