Facebook está sufriendo un noviembre negro, Facebook hasta ahora una de las perlas de los mercados financieros, está sufriendo un vía crucis particular desde el comienzo del mes de noviembre y dos son los elementos que, principalmente, han sembrado las dudas alrededor de la firma tecnológica de Mark Zuckerberg: por un lado, su informe trimestral, y por el otro, la sorprendente victoria de Donald Trump en las elecciones presidenciales norteamericanas.
Facebook se levantaba el pasado dos de noviembre con sus títulos rondando los 130 dólares y el responsable financiero del gigante de Menlo Park, David Wehner comparecía ante los medios para anunciar los resultados financieros de la compañía durante el penúltimo trimestre del año. Y lo cierto es que estos no pudieron ser mejores, con un incremento del 179% respecto a los primeros nueve meses del año anterior, pasando de un beneficio neto de 2.127 millones de dólares a los 5.944 millones.
Sin embargo, la conferencia de Wehner no sirvió para calmar ciertos ánimos escépticos respecto al futuro de los valores tecnológicos y, más en concreto, al de los de Facebook. Es más, las palabras del responsable financiero no invitaron, en absoluto, a comprar acciones de la compañía de Sillicon Valley. Wehner dijo que la compañía llevaría a cabo planes de inversiones agresivas, aunque a la vez, afirmó que esperaban “ver caer las tasas de crecimiento de forma significativa”. El directivo justificó estas previsibles caídas debido a las previsiones de un menor crecimiento en la carga de anuncios, un espacio que ahora supone casi que el 100% de los ingresos de Facebook. Y, obviamente, estos comentarios no cayeron en balde sobre el parqué neoyorquino, que vio como descendía el interés en comprar acciones de Facebook, cayendo los títulos de la firma californiana hasta un 7% durante la sesión del mismo dos de noviembre.
El viernes 4 de noviembre, las acciones de la red social se llegaron a vender a 119 dólares, casi 14 menos que su máximo histórico del 24 de octubre, hace tan solo unas semanas. Pero claro, octubre, para Facebook, era otro mundo, y su mal inicio de noviembre no iba a acabar tras el efecto provocado por las declaraciones de Wehner. El efecto Trump Al gigante tecnológico tampoco le costaría demasiado volver a la senda de las ganancias en Wall Street tras el anuncio de Wehner, y el mismo viernes 4 de noviembre comenzó a mostrar signos de mejoría que llevaron a sus títulos a superar los 124 dólares en su máximo semanal.
Quizás, uno de los factores que estaba espoleando las acciones de Facebook fueron las encuestas muy positivas respecto al futuro de Hillary Clinton, que casi que la aupaban ya a su trono en la Casa Blanca. Pero claro, como ya se venía avisando durante los pasados diez meses, 2016 no iba a ser ni el año de la estabilidad política ni, tampoco, el de las firmas de encuestas. Como ocurrió con el Brexit en Gran Bretaña, con el referéndum por la paz en Colombia o con el auge de Ciudadanos o el famoso sorpasso en España, las encuestas fallaron y Donald Trump, el terror de los mercados, se impuso claramente a Hillary Clinton.
Tras darse a conocer el resultado que encumbraba al magnate neoyorquino, cientos de activos financieros, desde el peso mexicano o el yen japonés a los parqués de medio mundo, comenzaron a ver bajar sus valoraciones y, entre ellos, cayeron también los principales valores tecnológicos: Google, Amazon, Apple, Microsoft y, por supuesto, Facebook, que volvía a la senda de las pérdidas en noviembre. Pese al miedo de la primera jornada con Trump como futuro inquilino de la Casa Blanca, Wall Street superó el shock inicial del día anterior y regresó a los números verdes, principalmente gracias al buen comportamiento de los valores farmacéuticos. Sin embargo, Facebook no se pudo apartar de su camino de espinas: el nueve de noviembre amanecía con una pérdida de casi tres dólares en sus títulos, un bajón del que se recuperaría levemente durante toda la jornada bursátil.
Ahora bien, la pregunta que deja este comienzo de mes titubeante por parte de Facebook para los que no sepan si comprar acciones de la compañía o no, es: ¿Han llegado las dudas para quedarse o, por el contrario, estos han sido efectos temporales de dos eventos tan marcados en su calendario? Por ahora, lo único claro es que aún queda mucho noviembre por delante.
Excelente articulo, gracias