Esto, sucedió en 1980, cuando la conocida y exitosa marca de crema de dientes lanzó al mercado su propia línea de lasañas precongeladas, que según las indicaciones se ponía en el horno unos pocos minutos y ya estaba lista para servir en la mesa.
Colgate promociono este producto con un doble sentido, ya que en los comerciales era evidente como la empresa incitaba a la gente a consumir la lasaña para que luego cepillaran sus dientes.
La lasaña, fue un completo fiasco por lo que la empresa tuvo que sacarla al poco tiempo del mercado. Hoy, el fallido producto hace parte del museo de los fracasos en Suecia y este ha sido viral debido a que se creó una controversia, la cual desmentía la creación de la lasaña.
No obstante, el propio creador del museo se pronunció y relató que el empaque del producto mostrado es una réplica del producto original, sin embargo, la controversial lasaña si fue lanzada y existió dentro del mercado.
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Actualmente el empaque de la lasaña en el museo tiene un cartel que indica que la multinacional no tiene recuerdo de este producto y concluye diciendo que, o Colgate tiene una mala memoria, o el museo fue engañado por algún consultor de la empresa.
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